Ya hace más de 70 años que en Jaguar se está adoptando la filosofía de una arquitectura ligera de aluminio. Y sus resultados son probados llenos de fiabilidad y rendimiento. Desde las entrañas hasta las líneas exteriores, la nueva serie de vehículos es más segura, más eficiente y más fiable en todos los aspectos.
El primer Jaguar con paneles de aluminio surgió en los 40. Era el XK120. Y después vinieron sus modelos de competición C-Type y D-Type. Estos fueron pioneros en el diseño de carrocería y chasis de aluminio.
¿Por qué aluminio?
La principal ventaja del aluminio es que pesa un tercio del equivalente en acero. Lo que supone un chasis mucho más ligero. Y esto contribuye a reducir el consumo de combustible y las emisiones. Así como la experiencia de conducción, que es más dinámica. No solo se ahorra en peso, sino también se crean diseños más sólidos, seguros, resistentes y fiables.
En Jaguar la filosofía no es otra que la de crear diseños sólidos, seguros, fuertes y fiables. Y, por supuesto, ir renovando los modelos y sus características. Los paneles de aluminio se unen con un adhesivo extra fuerte y seguidamente se emplean hasta 10 toneladas de fuerza para aplicar remaches de acero al boro chapados en zinc.
La fabricación con aluminio se muestra en modelos más silenciosos, limpios y con menor demanda energética. A diferencia de los que cuenten con un chasis de construcción de acero tradicional. Además, el reciclaje del aluminio solo consume un 5 % de la energía de la creación del aluminio sin procesar. Algo que ayuda a reducir la huella medioambiental de un Jaguar antes incluso de que llegue a la carretera.
Pero no es solo en el chasis donde se observan ventajas, sino que se mejora la durabilidad y fiabilidad. El más claro ejemplo está en la nueva generación de motores Ingenium de Jaguar Land Rover. ¿El resultado? 24 kg menos de peso, un 17 % mejor en términos de fricción y 5 dB menos de ruido.
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